Aprovechando que es Sant Jordi, patrón de los cuentos y los sueños, que ayer teniamos lluvia de estrellas y que cerca de casa hay un lugar mágico donde aún puedes tener la suerte de encontrarte con un ser no-humano, un zorro, un jabalí, un tejón, un búho, un recuerdo de que no estamos solos.
Ayer cambiamos el aula por una sesión-cena al aire libre. Como todo lo bueno lo es más si se suma, sumamos energía telúrica, comida, risas y el placer de disfrutar de la noche haciendo fotos. Es inevitable que se nos disparase la imaginación y que huyésemos de lo real, al fin y al cabo dentro de cada uno de nosotros hay una leyenda por nacer.